viernes, 1 de agosto de 2014
La factura de Francia
Por fin España ha conseguido el sitio que le corresponde. Estar en la supercumbre de Washington en la que se va a tratar de reformar el sistema financiero mundial. Lo hemos conseguido, eso sí, lo que aún no sabemos es lo que nos va a costar a los españoles el que Francia nos haya dejado una de sus dos sillas.
No hace muchos años el gobierno francés no perseguía a los terroristas de ETA. Estos criminales campaban a sus anchas por el territorio galo. Allí organizaban los atentados terroristas, los secuestros, dirigían las extorsiones, se entrenaban.
Mientras eso sucedía en Francia, aquí, en España, en los durísimos años 80, los terroristas etarras asesinaban casi a 100 personas al año. Hacía ya años que aquí disfrutábamos de democracia, por lo que no existía la excusa de que estos asesinos eran luchadores contra la dictadura.
Pero un día obró el milagro Felipe González. Se reunión con Miterrand y consiguió que el presidente francés empezase a perseguir a los terroristas. A detenerles. A ponerles frente a la justicia. A entregarles a las autoridades españolas. ¿Por qué este cambio?
En España se estaba construyendo el AVE, y sobre la mesa había dos ofertas, una de TALGO y otra de una empresa alemana, a cual mejor. Miterrand prometió, que si el AVE se lo daban a una empresa francesa empezarían a detener terroristas. Al mismo tiempo se empezó a modernizar los obsoletos coches de la Policía Nacional, por Citröen BX, y de la Guardia Civil, Peugeot 405. El precio para que los terroristas de ETA dejasen de matar en España fue un tren y muchos coches.
Francia no regala nada. Y seguro que no va a tardar en cobrarnos el asiento que va a ocupar Rodríguez en la cumbre de Washington. Esperemos que en esta ocasión aproveche la reunión y consiga algo positivo para España, o al menos que hable con alguien.
¿Cuánto nos costará?
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